Fin de fiestas.
Con mucha participación y notable asistencia de niños en los juegos que han organizado brillantemente Mati e Isabel, se han cerrado unas fiestas que ya quedan para el recuerdo y donde las camisetas han vuelto a destacar como el acierto más interesante de premio para todos los niños.
Nadie de los menores podrá olvidar como en la Vega se vuelcan con ellos y siempre ha habido quien los haga unas fiestas interesantes y muy emotivas, siendo este el camino correcto para mirra con optimismo al futuro. Felicitar a las organizadoras es, por tanto, una obligación y un acto de reconocimiento que realmente no tiene precio..
Como actos novedosos, hemos tenido un certamen de dulzaina que evocan aquellos versos de don Pedro Muñoz Seca en su obra "la venganza de don Mendo" que dicen en boca del rey "cese ya la tambor, que ya empiezo a estar ahíto de tanto parchear y tanto pito". Y es que lejos de verificar el gusto en el pueblo, por el tamboril y la gaita, ya cansa tanto pito.
La afición ha arropado la convocatoria en el fútbol femenino y en la tirada de la soga. Atrás queda la guerra del agua que tan en moda se pusiera y que encabezara la lista de festejos años atrás con los inamovibles juegos de cartas.
Ranas y sapos miraron con la boca abierta como niños y grandes le daban matraca a la caja tirando las fichas para conseguir puntos, en lo que ha significado la atracción mas llamativa según enseña un ligero vistazo al programa.
Una pancarta colgada del campanario felicitaba las fiestas con el nombre del pueblo, sustituyendo al tan cacareado acto de puesta de banderines que parecía era un evento de relevancia internacional.
La nota negativa son los actos de gamberrismo que se han sufrido, como las ralladuras de los coches, la rotura de algunas matriculas, el robo de las señales de la marca del vehículo y otros actos vandálicos como la rotura de farolas del camino de la iglesia y el vuelco de las señales de tráfico hasta el cruce, además de haber volcado alguna puerta de locales en ruinas y otras circunstancias. Cuando se han dirigido al señor alcalde señalando estos motivos y buscando una respuesta, se han encontrado con un indignante "y yo que quieres que haga", que refleja muy bien la indecisión, la falta de criterio, de previsión y de seguridad y garantía que se vive con este consistorio que ha salido de las urnas y que está pidiendo a gritos una regeneración práctica.