Calles sin nombre
Una de las cosas de las que debe preocuparse en serio un ayuntamiento es de poner nombre a las calles de su pueblo. Una comunicación al Catastro y a los organismos pertinentes, bastaría para que no se cometieran tantos errores como el que por esta inacción nos ha conducido. Google Maps y la Guia Michelín, los GPS de los coches y otras referencias vía satélite marcan con errores la travesía por Vega de Santa María que en lugar de transcurrir la carretera adelante, desvían la ruta desde detrás de la iglesia por la calle Santa María, hasta enlazar con la calle Los Barreros y salir a las escuelas. Todo un periplo lleno de incongruencias que pasa por que no se está al loro en cuanto a la ordenación de las calles se refiere.
Asimismo se ha nominado calle Concepción la que une la carretera con las traseras de Cantarranas, como si ese callejón fuera lo mismo que la otra tan importante.
No tiene nombre la calle perpendicular a Ginebra que sube hasta el final de la de los Barreros. La calle Palacio es la de Rita y Alonso, que pocos conocen, la calle Iglesia han llamado a la Arturo y Luis Aldea cuando históricamente se conoce como calle San Pedro. No tiene nombre la perpendicular a esta que va de las charcas al Bajo Redondo. Tampoco el callejón adyacente que se ha pavimentado recientemente. No tiene nombre la calle que sube de Santa María al Pozo de las Pilas donde vive Itziar, ni la perpendicular que va desde el potro hasta los Barreros. No tiene nombre la que atraviesa Santa María y El Pez. No tiene nombre la que va desde el Concepción a las Charcas. No tiene nombre la travesía del Pez detrás de las casas de los maestros.¡No tiene nombre este Ayuntamiento que no se preocupa de estas cosas!
Pedir que la Vega tenga escudo y bandera, en estas condiciones, como lo tienen Velayos, Maello, Blascosancho, Mingorría y Sanchidrián es ciencia ficción, cuando nuestra localidad era, históricamente la más importante de la zona, hace tan sólo cuatrocientos años.