FIESTA DE LA ASCENSIÓN
El domingo 26 de mayo, Nuestra Señora ha posesionado por las calles de la Vega y los niños más pequeños han tenido la oportunidad de subir a las andas. María, la más pequeña de la localidad, ha sido este año también la protagonista al subir a las andas, mientras con admiración y mucho cariño la miraban sus vecinos. Ella, tras la experiencia, lloraba y protestaba.
A las seis de la tarde comenzaban los actos religiosos y la dulzaina y el tamboril sonaba para animar una yarde que no contaba con mucho público. La antes masiva y tradicional fiesta, quedaba este año relegada a lo testimonial y se ha notado hasta en la subasta de los banzos.
Tras la misa de la mañana, don Ramón anunciaba la procesión para las seis de la tarde. El mucho trabajo del sacerdote, le inpedía asistir y los propios feligreses sacaban a la Virgen al son de dulzaina y tamboril. Las calles han visto a la Virgen y la Virgen habrá visto que nuestras calles están cada vez más despobladas.
Con la llegada a la plaza ha tenido lugar la subasta de los banzos. Mucho ha habido que esforzarse para que no qudaran desierta la puja de los dos de atrás, una vez que los de alante han valido 55 €uros cada uno. ¡20 los de atrás, a las tres! remataba el subastero, para que la Virgen diera la vuelta a la plaza de la mano de los files que han pedido a Nuestra Señora protección y gratitud.
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El sábado 25 de mayo se celebró la ya tradicional fiesta de los mayores. Los actos comenzaron con la música de la gaita y el tamboril que recorrieron las calles llenando de sus dulces notas cada barrio y llamando a los vecinos a una fiesta muy particular.
Tras la misa, un convite en el bar del pueblo para celebrar que estaban todos juntos. Un reconocimiento al socio de más edad y las felicitaciones y parabienes de todos los participantes.
