LOS DIEZMOS DE LA IGLESIA
La iglesia de la Vega no era ajena al cobro del impuesto de los diezmos que consistía en el pago en especie de una décima parte de los productos obtenidos de la agricultura o la ganadería que los fieles ponían a disposición del párroco en dos formas: como diezmos mayores o granados, los cereales de trigo, cebada, centeno y algarrobas y como diezmo menor o menudo, los corderos, lana, pollos y demás.
Así pues, percibía en diezmos:
Treinta fanegas, cinco celemines y un cuartillo de trigo
Veintidós fanegas y tres cuartillas de cebada.
Trece fanegas, diez celemines y tres cuartillos de centeno.
Dieciséis fanegas, ocho celemines y un cuartillo de algarrobas.
Esto importaba 928 Maravedíes de Vellón
Y por los diezmos menudos 421 maravedíes.
Si anualmente tenía estos ingresos fijos, también obraban estos gastos:
Subsidio y escusados. 63, 14 maravedíes.
Pago al sacristán 159 maravedíes
Limosnas de misas de aniversario 43 maravedíes.
Y la descripción del lugar donde se depositaban los diezmos, figuara de la siguiente manera:
“Una villa o panera en donde se recogen los diezmos granados de un solo piso que tiene de frente once varas y de fondo ocho y media, confrontando por delante con la casa antecedente, por sur y norte con casa de Antonio Rico y poniente lo mismo.
Vale en aumentado en cada año 50 Reales de Vellón”.